Consecuencias de una dieta desequilibrada

Peligros de una dieta desequilibrada

Una dieta desequilibrada puede tener graves consecuencias para la salud.

El llevar una alimentación saludable es importante para que el organismo funcione de manera óptima y se mantenga el equilibrio entre cuerpo y mente. Aporta los nutrientes adecuados y necesarios para mantener la energía necesaria durante el día. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “una dieta sana ayuda a protegernos contra las formas de malnutrición y constituye la base de la salud y el desarrollo”.

Consumir lo que denominamos como “comida basura”, que son en su mayoría alimentos procesados o ultra procesados, no aporta beneficios a la salud. En vez de los nutrientes necesarios, se llena el cuerpo de grasas saturadas y químicos dañinos para el organismo. 

Desafortunadamente una gran cantidad de los fallecimientos que ocurren en el mundo hoy en día son consecuencia de una alimentación nada saludable. Suelen estar relacionadas con un consumo por encima del necesario de alimentos como carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y grasas saturadas.

Para evitar tener una dieta desequilibrada, primero debes pensar en qué comes o no y cómo lo comes.

¿Cuáles son los riesgos de una dieta desequilibrada?

La alimentación que es un factor vida influye en la salud y se debe tener en cuenta. Una dieta sana es importante para ayudar a prevenir algunos trastornos en la salud.

Lo principal es saber que no ingerir los nutrientes y vitaminas necesarios que el propio cuerpo demanda, hará que tu sistema inmunológico se debilite.

Si comes de manera saludable, evitas que aparezcan algunas enfermedades crónicas. Por ejemplo, problemas cardiovasculares, diabetes o deterioro dental. Entre estas enfermedades, las más frecuentes y directamente relacionadas con la comida basura son el sobrepeso y la obesidad. Estas puedes generar otras enfermedades.

La alimentación también influye en tu rendimiento. Una mayor ingesta de manera consecutiva de grasas saturadas supone alteraciones en la recuperación de enfermedades, en el número de lesiones y en el cansancio.

Algunos productos procesados y con azúcares añadidos, pueden ocasionar trastornos en el sueño como insomnio. También pueden producir modificaciones en el carácter y el comportamiento.

Mantener durante mucho tiempo una mala alimentación va a generar problemas el aparato digestivo, que es el encargado de digerir los alimentos. Puede provocar enfermedades como gastritis o úlceras, además de subir los niveles de colesterol.

Estableciendo una dieta equilibrada 

Ahora que ya conoces los riesgos de llevar una dieta desequilibrada y también qué debe incluir para ser saludable (enlace dieta equilibrada), puedes adaptar tus comidas a tus necesidades.

Para empezar, empieza por añadir a tu dieta alimentos que sean saludables.

Para que tu dieta sea equilibrada debes tener en cuenta algunos factores como:

  1. Conocer tus necesidades nutricionales. Debes calcular el número de calorías que requiere tu cuerpo y los nutrientes que son esenciales para ti, basado en tu edad, sexo, peso y actividad física.
  2. Planificar las comidas. En cada una de ellas, debes incluir una variedad de alimentos de los diferentes grupos alimenticios. Así te aseguras de obtener una amplia gama de nutrientes. 
  3. Reducir el consumo de alimentos procesados y añadidos. Cambia los procesados y llenos de azúcares y grasas no saludables por alimentos frescos y mínimamente procesados
  4. Aumentar la ingesta de frutas, verduras y proteínas magras. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales y ayudan a mantener una sensación de saciedad.
  5. Evita el consumo excesivo de sal, azúcares y grasas. Lee las etiquetas de los alimentos y elige las opciones con contenidos bajos en estos componentes.
  6. Controla las cantidades de comida. Debes comer en función de tus necesidades. 
  7. Bebe suficiente agua. Mantenerse hidratado ayuda a controlar la sensación de hambre y a mantener una digestión saludable.

Debes consciente y paciente. Los cambios en la dieta requieren tiempo y consistencia. Por ello, debes ser paciente y no rendirte si no ves resultados inmediatos. 

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